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El comentario de hoy, martes 14 de enero 2025

Dice la conseja popular que el poder enferma. También afirma que, quien nunca ha tenido y llega a tener, loco se quiere volver. Cuando los cargos públicos que a algunos les llegan del cielo; por azar; por amistad o compromiso con quienes tienen el poder, sin merecerlo y sin las tablas que requiere la gestión pública, se pueden convertir en cóctel peligroso. Inexperiencia, soberbia y prepotencia, combinados, pueden ser letales.

Lo más grave es que los ilícitos, excesos o abusos en que incurren algunos servidores públicos se quieran ocultar, maquillar o, simplemente, que el presunto responsable use los elementos oficiales de que dispone para lavarse las manos. En febrero de 2022, a dos meses de iniciar el gobierno de la Primavera Oaxaqueña, fue cesado quien fuera titular del Consejo Oaxaqueño de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Luego de un accidente vial en el que se vio involucrado quiso evadirse y sorprender a la Policía con su influyentismo, pese a su responsabilidad. Se demostró que conducía en estado de ebriedad. El pasado 7 de enero, el Oficial Mayor del Instituto Estatal de Educación Pública –IEEPO-, tuvo un evento similar. Las evidencias recogidas en video y testigos lo incriminaron en un accidente vial en el que dos policías municipales de San Antonio de la Cal resultaron lesionados.

Un caso diferente pero no por ello menos importante es el de Donato Vargas, delegado de Justicia y Paz de la Secretaría de Gobierno. Ha sido señalado en reiteradas ocasiones de haber participado en la difusión de los chats “Sierra XXX” y “Mega Peda”, con un contenido tendencioso de mujeres jóvenes mixes. Una de las activistas que denunció los hechos, Sandra Estéfana Domínguez, está desaparecida desde el 3 de octubre pasado. Hay otros casos de presunto acoso en el Monte de Piedad y COBAO.

La pregunta es: ¿en cuánto beneficia a un gobierno mantener en sus cargos o proteger a funcionarios que, lejos de contribuir al prestigio de una administración, la meten en escándalos innecesarios? Es prudente reconocer que el ejecutivo estatal, Salomón Jara, ha instruido separar de sus cargos a Vargas y al Oficial Mayor del IEEPO, en tanto se agilizan las indagatorias sobre su presunta participación en los hechos descritos.

Sin embargo, de ser sólo una medida para salir al paso o sigan en sus áreas protegidos por sus jefes inmediatos, como si estuvieran de vacaciones y nada hubiera pasado, dejaría en evidencia la autoridad de quien manda en la entidad. Porque hay casos recientes, en que las medidas son implacables, sobre todo en mujeres. Funcionarios abusivos, prepotentes e irresponsables los ha habido siempre. La Primavera Oaxaqueña no es la excepción. Pero es tiempo de sentar un buen precedente para sancionar conductas lesivas para gobierno y sociedad. (JPA)

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